Luis Pérez, Coordinador de Juventudes Agrarias de COAG
UGAM-COAG.
En
la presente década, 6 de cada 10 agricultores entrarán en edad de jubilación.
Se necesitará un mínimo de 200.000 nuevas incorporaciones para que haya un
relevo generacional sostenible. Las cifras no invitan precisamente al
optimismo:
- En España hay en torno a 27.000 titulares de explotaciones agrarias menores de 35 años, que representan tan sólo el 3% del total. Mientras, los mayores de 64 años son más de 355.000 titulares, un 40 del total.
-
Y el ritmo de incorporaciones
en nuestro país es claramente
insuficiente. Un informe del Tribunal de Cuentas compara los datos de todos los
países europeos (a excepción de Croacia), y coloca a nuestro país en el puesto
19 de 27 en ritmo de entrada de jóvenes al sector.
Durante
el encuentro estatal del Área de Juventudes Agrarias de COAG, que del 23 al 25
de mayo hemos celebrado en Chipiona, se ha puesto de manifiesto nuestra
preocupación por la falta de relevo generacional en el campo español.
En los momentos actuales, en los que la agricultura
se enfrenta a desafíos de carácter económico, tecnológico o medioambiental que
requieren iniciativas y respuestas innovadoras, el constante envejecimiento de
la población agraria y la necesaria renovación en la titularidad de las
explotaciones se convierte en un tema de especial interés en la agenda pública
y política de los países europeos. Es necesario abordar el problema teniendo en
cuenta sus múltiples dimensiones y los diversos factores que lo generan y
agravan, que son tanto de índole cultural como económica, formativa e incluso
jurídica.
Hasta
el momento, ha habido muchas iniciativas para explorar el futuro de la
agricultura, y hay una cantidad considerable de literatura que detalla los
desafíos futuros para la producción y el consumo de alimentos, tales como el
cambio climático y escasez de recursos, cambio tecnológico, problemas de
infraestructura y el aumento de la demanda de alimentos ante una población
mundial que en 2050 contará con 9.000 millones de habitantes.
Sin
embargo, se ha prestado menos atención a los profesionales agrarios que a medio
y largo plazo deberán enfrentarlos. De ahí, que desde el Área de Juventudes
Agrarias de COAG hayamos impulsado en colaboración con la ETSIAM de la
Universidad de Córdoba, la realización de un pionero estudio de investigación
sobre el perfil de los nuevos agricultores y agricultoras del siglo XXI.
Quiénes
son. Qué les motiva. Qué demandan. Cómo se informan. Qué formación tienen. Con
qué visión ideológica del mundo se sienten más identificados. Y un largo
etcétera sobre el presente y el futuro de la actividad agraria.
Las
conclusiones que arroja el estudio son muy interesantes y van a servir para
dejar obsoletos muchos falsos mitos y estereotipos sobre los hombres y mujeres
del campo. En este sentido me gustaría subrayar uno de ellos:
-
Casi 4 de cada 10 de los jóvenes que se
incorporan al campo tienen formación universitaria y como mínimo, el 65% tiene
bachiller o FP superior. Dato que contrasta con el reciente informe presentado
por la OCDE sobre los jóvenes españoles y que recoge que un tercio de los mismos no ha
acabado el bachillerato. Por lo que se puede afirmar que, en la actualidad, el
nivel formativo de los jóvenes que se incorporan al sector agrario es superior
al de un alto porcentaje de los jóvenes españoles.
Necesitamos atraer talento al sector agrario para
impulsar ese vital proceso de transformación digital, que hoy ya nos posibilita
producir más con menos. En un contexto geoestratégico muy complicado, en el que
la seguridad y la soberanía alimentaria han dejado de darse por supuestas en
Europa, el campo español reúne todos los ingredientes para liderar la
producción de alimentos en la UE y ser el motor económico y social de nuestro
medio rural. Menos burocracia, más apoyo
real a los jóvenes que quieren dedicarse a la actividad agraria y una cadena alimentaria
que reparta de forma justa y equitativa el valor de los alimentos del campo a
la mesa, es la mejor garantía para consolidar un sector agrario rentable y, por
ende, un relevo generacional sostenible. En este sentido, pedimos a Gobierno y
CC.AA una apuesta decidida por el modelo social y profesional de agricultura,
por una agricultura con agricultores y ganaderos en el territorio, como freno
al proceso de uberización del campo que quieren imponer fondos de inversión
especulativos.
Estamos preparados para tomar el relevo. Si nos dejan, podemos alimentar a un mundo nuevo. Y así lo hemos demostrado durante el encuentro estatal de las Juventudes Agrarias de COAG celebrado en Chipiona.
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Luis Pérez Portilla es ganadero de ovino de leche |
Representantes de Juventudes Agrarias de COAG de las distintas CCAA
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