Lobos atacan al ganado, jabalíes transmiten la tuberculosis y destrozan las fincas, …

¿Para Cuándo el control de la fauna salvaje?

La cabaña ganadera de Cantabria se está viendo sometida a la fauna salvaje. Lobos, jabalíes, corzos y otros animales salvajes campan a sus anchas por las tierras en propiedad o gestionadas por los ganaderos. Sin control alguno, destrozan fincas, matan al ganado y contagian enfermedades, y al final, el que paga es el estabón más débil de la cadena, el ganadero.

Recientemente, ganaderos de los municipios de Lamasón, Tudanca, Peñarrubia y Polaciones se han visto seriamente afectados por un brote de brucelosis. Ellos se lo achacan a la fauna silvestre. La consejería niega que sea así, sin embargo confirma que hay diversos casos de jabalíes con tuberculosis.

El lobo también se ha convertido en un gran problema para los ganaderos de la zona de Liébana, aunque también ataca en otras regiones de Cantabria. Por si esto fuera poco, las indemnizaciones no terminan de llegar y muchos ganaderos llevan dos años esperando las compensaciones de los daños, lo que se suma a la crisis creciente de sus explotaciones.

Uno de los ganaderos que está viviendo cada día la incertidumbre de un nuevo ataque es Máximo Sánchez Briz, que cuenta con una explotación de ovejas y cabras en Pido, muy cerca del Parque Picos de Europa.

“Todos los días, los lobos nos están matando animales. En Pido (zona próxima a Picos de Eurora), quien tiene ganado están afectados. Desde el mes de noviembre me han atacado unas dos veces por semana. A mi hasta ahora me han matado 40 animales, casi todo cabritos”, comenta desesperado Máximo.

Este ganadero confía en sus perros mastines para defender su ganado, sin embargo la mala suerte hizo que coincidieran todas sus perras en celo, por lo que sus cabras quedaron desprotegidas y los ataques de lobos han sido todavía más severos.

Este ganadero entiende que tiene que haber lobos, pero “esto no es normal” añade. Son muchas las pérdidas económicas, ya que desde el 13 de diciembre de 2010 no le han pagado ni una de las pérdidas, de las cuáles en teoría se hace cargo el Parque Picos de Europa. Además, lo que pagan tampoco cubre el coste total del animal (110 € por una cabra de carne, 118€ por una de leche y 105 por los cabritos).



Batidas, ¿Para cuando?

En cuanto a las batidas para controlar la proliferación de lobos, Sánchez critica que no se organizan desde hace mucho tiempo, a pesar de que se lo han prometido desde la dirección del Parque Picos de Europa.

Los ganaderos, por desgracia, muy veteranos en ataques de lobos, ya conocen algunos ejemplares especialmente peligrosos para sus rebaños. Máximo nos habla de un lobo viejo que actúa solo que “como no puede matar venados, atrapa lo más fácil, nuestras ovejas y cabras”. Acto seguido llegan los buitres y se comen las piezas, por lo que el lobo tiene que volver otro día para matar y comer. La intervención del buitre todavía entorpece más el reconocimiento del ganado, puesto que “lanzan” los crotales a no se sabe dónde, y como consecuencia, no se puede hacer reclamación alguna para cobrar la indemnización por la pérdida del animal.

Este año, Máximo Sánchez tendrá que afrontar grandes pérdidas. Teniendo en cuenta que ha perdido 40 cabras más las crías (estaban todas preñadas) y que por cada una el ecológico cobraba 70 € de la PAC más el propio valor de la cabra, que aunque paguen no lo va a cubrir y que además tiene que reponer la falta del animal,… no es necesario hacer cuentas. Está más que claro el daño económico también moral que le están causando a este ganadero que es solamente un ejemplo de los muchos que hay en Liébana.



Peticiones de los ganaderos

Por lo tanto, se solicitan:

• Indemnizaciones que lleguen lo más rápido posible y que cubran el valor la pérdida del ganado.

• Control exhaustivo de la fauna salvaje.

Puesto que el ganado no tiene por qué ser ni el alimento y el divertimento de la fauna salvaje.


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