Ganaderos cántabros se han movilizado en Santander para reivindicar medidas económicas al Gobierno autonómico que salven el sector de la desaparición











Hoy, alrededor de 2.000 ganaderos de toda Cantabria, convocados por Las Organizaciones Agrarias (UGAM-COAG, ASAJA,UPA y AIGAS) con el apoyo de las cooperativas, se han dado cita en una gran manifestación frente a la sede del Gobierno de Cantabria en Puertochico.
El apoyo a los productores de la región también han asistido otros agentes del sector, como veterinarios, tractoristas o vendedores de pienso y maquinaria, quienes ya habían manifestado su apoyo al sector primario. Por su parte, las cooperativas pusieron su granito de arena habilitando autobuses para los ganaderos que quieran acudir a la movilización.
Paralelamente, desde Alcosant partieron cerca de 50 tractores que recorrieron el centro de la capital hasta llegar a la sede del Gobierno de Cantabria, donde se encontraba el epicentro de la concentración.
Para finalizar el acto de protesta, los representantes de los sindicatos hicieron entrega en la sede provisional del Gobierno de Cantabria de un manifiesto reivindicativo, que en principio quería entregarse en mano al presidente autonómico, Miguel Ángel Revilla, pero dada su ausencia, tuvo que ser transmitido al consejero de Presidencia y Justicia, Vicente Mediavilla, y al jefe de Gabinete del presidente, Guillermo Blanco.
El secretario general de UGAM-COAG, Alejandro Mazorra declaró durante su intervención a los asistentes la intención de esta Organización Agraria de “seguir luchando” si el Gobierno de Cantabria no da respuestas claras al problema del sector agrario en la región. “El eje principal del Desarrollo Rural no es otro que el ganadero, que es quien mantiene el tejido social en los pueblos y quien genera más puestos de trabajo”, añadió Mazorra.
La petición más inmediata es la aportación de 9 millones de euros (5 para leche y 4 para carne) que permita salir al sector ganadero cántabro de la grave situación en la que se encuentra. De no ser así, se pondría en gran peligro la subsistencia de la ganadería en la región y con ella la pérdida de miles de puestos de trabajo que genera tanto directa como indirectamente.

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